Situación legal

¿CÓMO CONSEGUIMOS ESTOS EFECTOS TERAPÉUTICOS?

Para conseguir los efectos terapéuticos mencionados primero hay que descarboxilar los cannabinoides. Este proceso consiste en hacer que los cannabinoides pasen de su estado acido (THCA, CBDA, CBGA…) a su forma activada (THC, CBD, CBG…). De esta manera se consigue que afecten a los receptores CB1, CB2 y 5Ht1A que conforman el Sistema endocannabinoide.

Para descarboxilar los cannabinoides éstos se someten a un proceso de calentamiento, realizado en diferentes momentos, dependiendo de la forma en que se consuman: 

Mediante inhalación: El proceso de descarboxilación se produce sobre la marcha, con el propio calor del fuego que desprende la punta del cigarro o con el calor que producen las resistencias de los vaporizadores.

Consumo sublingual o ingerido: Hay que descarboxilar los cannabinoides previamente para poder disfrutar de sus efectos terapéuticos y/o lúdicos.

¿CUÁLES SON LAS VÍAS DE ADMINISTRACIÓN DEL CBD?

El cannabis es una sustancia natural que actúa de diferente forma en cada persona. Se recomienda comenzar con dosis bajas e ir aumentándolas moderadamente hasta encontrar tu dosis correcta que consiga los efectos deseados (alivio del dolor, menos ansiedad, musculatura más relajada, dormir mejor…). 

Existen varias vías para administrar el CBD, dependiendo de cada patología, uso terapéutico y efecto que se persigue:

Vía inhalada: Efecto muy intenso, duración corta (2 horas aprox). Los pulmones son el intercambiador más rápido del organismo, en menos de 10 minutos los cannabinoides entran en contacto con la sangre. Es la vía de administración más adecuada si se busca un efecto rápido ante una situación de dolor, necesidad de relajación, conciliación del sueño …. Dada la corta duración de sus efectos se necesitarán 6/8 tomas diarias para cubrir un día completo. Se recomienda inhalar mediante vaporizadores o cigarros electrónicos que son menos dañinos para nuestro organismo, evitando de esta manera los efectos negativos que produce “el fumar” sobre la salud. 

Vía sublingual: Vía de administración recomendable para combatir dolores crónicos, estimular el apetito, reducir nauseas etc... Sus efectos permanecen en el organismo unas 6 horas aproximadamente siendo necesarias sólo tres tomas para cubrir el día completo. La dosis máxima recomendada es una toma cada 4-6 horas. Muchas personas tienen suficiente con una toma cada 12 horas. Algunas sólo la toman antes de dormir, incluso en algunos casos no hace falta tomarla a diario. Cada persona debe encontrar la dosis que le viene bien a su situación. Se recomienda comenzar con 1-2 gotas sublinguales e ir aumentando la dosis, si es necesario, de forma moderada hasta conseguir el efecto deseado. En cuanto a la forma de administración: Echar las gotas directamente debajo de la lengua (o con la ayuda de una cuchara si le resulta más fácil el recuento de gotas). Mantenerlas durante un minuto aproximadamente y traga el sobrante. Si no te gusta el sabor que deja en la boca puedes comer algo una vez que hayas tragado el aceite.

Vía cutánea: Vía de administración apropiada para conseguir efectos analgésicos en una zona localizada. No produce efectos psicoactivos debido a que los cannabinoides no atraviesan la piel ni los músculos y no llegan al torrente sanguíneo.

Vía ingerida: es la vía menos usada si queremos disfrutar de sus efectos terapéuticos. Esto se debe a que puede tardar de 45 minutos a 2 horas (dependiendo de la persona) para que comencemos a notar sus efectos, por lo que es muy común equivocarse a la hora de dosificar las tomas. En muchas ocasiones puedes quedarte corto o pasarte con las cantidades.

Vía rectal y vaginal: Es la vía más adecuada para tratar problemas gastrointestinales y vaginales. Produce un fuerte efecto local analgésico y antiinflamatorio debido a la absorción de los cannabinoides por las mucosas. Sus efectos psicoactivos son mínimos en comparación con otras formas de administración (excepto la vía cutánea que no tiene ningún efecto psicoactivo).

El CBD, consumido una vez al día, puede usarse como medicina preventiva debido a sus propiedades neuroprotectoras, ayudando a retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas o ralentizando su desarrollo. 

Los expertos aseguran que el CBD es un cannabinoide que se tolera bien. Sus efectos secundarios son leves incluso en dosis más altas de las que nuestro organismo pueda asimilar correctamente (sensación de cansancio, sequedad de boca, leve mareo, somnolencia y cefaleas), desapareciendo los efectos en un breve periodo de tiempo (4-6 horas como máximo). Los efectos desaparecen totalmente suspendiendo la administración o disminuyendo la dosis en la siguiente toma.

El CBD puede tomarse como complemento de los tratamientos convencionales prescritos por médicos y especialistas, pero se recomienda informar a su médico de que está consumiendo CBD. 

El Cannabidiol (CBD) actúa en concordancia con la mayoría de los medicamentos, aumentando la acción antiinflamatoria, hipnótica, ansiolítica, anticonvulsiva, analgésica…

Se ha demostrado que el consumo de CBD junto con Ibuprofeno, Aspirina o Indometacina puede producir una reducción en los efectos tanto del CBD como de los medicamentos mencionados.